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Preguntas Frecuentes

¿Quiénes somos?

Alcohólicos Anónimos es una comunidad de personas que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.

El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de A.A. no se pagan derechos de admisión ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones.

A.A. no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa.

Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.

Unicidad de propósito y problemas diferentes del alcohol

Algunos profesionales califican el alcoholismo y la adicción a drogas de ‘abuso de sustancias’ o ‘dependencia química’. Por lo tanto, a veces se introduce a A.A. a gente no-alcohólica y se les anima a asistir a las reuniones de A.A. Cualquier persona puede asistir a las reuniones abiertas de A.A. pero solo los que tienen problemas con la bebida pueden asistir a las cerradas.

Un eminente psiquiatra que sirvió como custodio no-alcohólico de la Junta de Servicios Generales de A.A., hizo la siguiente declaración: “La unicidad de propósito es esencial para el tratamiento eficaz del alcoholismo. El motivo para tener tal exagerado enfoque es el de superar la negación. La negación asociada con el alcoholismo es astuta, desconcertante y poderosa y afecta al paciente, a quien lo ayuda, y a la comunidad. A menos que el alcoholismo se mantenga incesantemente en primer plano, otros asuntos usurparán la atención de todos.”

¿Qué hace Alcohólicos Anónimos?

1. Los miembros de A.A. comparten su experiencia con cualquiera que busque ayuda para su problema con la bebida; dan servicio persona-a-persona o “apadrinan” al alcohólico que llega a A.A. sea cual sea su procedencia.

2. El programa de A.A., enunciado en nuestros Doce Pasos, ofrece al alcohólico una manera de desarrollar una vida satisfactoria sin alcohol.

3. Este programa se discute en las reuniones de los grupos de A.A.

a. Reuniones abiertas de orador—abiertas para alcohólicos y no alcohólicos. (La asistencia a una reunión abierta de A.A. es la mejor forma de enterarse de lo que A.A. es, lo que hace, y lo que no hace.) En las reuniones de orador, los miembros de A.A. “cuentan sus historiales.” Describen sus experiencias con el alcohol, cómo llegaron a A.A., y cómo han cambiado sus vidas como resultado de A.A.

b. Reuniones abiertas de discusión—un miembro habla brevemente sobre su experiencia con la bebida, y luego dirige una discusión sobre la recuperación en A.A. o acerca de cualquier problema relacionado con la bebida que cualquier persona quiera plantear.

(Las reuniones cerradas son para los A.A. o para cualquiera que pueda tener un problema con la bebida.)

c. Reuniones cerradas de discusión—se realizan igual que las discusiones abiertas, pero sólo para alcohólicos o posibles miembros de A.A.

d. Reuniones de Pasos (normalmente cerradas)—discusión sobre uno de los Doce Pasos.

e. Los miembros de A.A. llevan también reuniones a las instituciones de tratamiento y correccionales.

f. Se puede pedir a los miembros de A.A. que hagan reuniones informativas acerca de A.A. como parte de los programas A.S.A.P. (Proyecto de Acción de Seguridad con respecto al Alcohol) y D.W.I. (Manejar bajo los efectos del alcohol). Estas reuniones acerca de A.A. no son reuniones regulares de los grupos de A.A

¿Qué no Hace Alcohólicos Anónimos?

Alcohólicos Anónimos no:

1. Da a los alcohólicos la motivación inicial para recuperarse.

2. Trata de persuadir a los alcohólicos para que se hagan miembros

3. Patrocina ni participa en investigaciones

4. Guarda registros de asistencia ni historiales

5. Está afiliada a “consejos” ni a agencias sociales

6. Vigila ni trata de controlar a sus miembros

7. Hace pronósticos ni diagnósticos médicos ni psicológicos

8. Provee servicios de desintoxicación ni de enfermería, hospitalización, medicinas, o cualquier tratamiento médico o psiquiátrico

9. Ofrece servicios religiosos ni organiza/patrocina retiros

10. Participa en la educación acerca del alcohol

11. Proporciona servicios de vivienda, alimentación, ropa, dinero, trabajo, ni demás servicios de asistencia social

12. Ofrece servicios de consulta doméstica ni profesional

13. Acepta dinero por sus servicios, ni contribuciones de fuentes no A.A.

14. Suministra cartas de recomendación a las juntas de libertad condicional, abogados, funcionarios de los tribunales

Miembros procedentes de los programas de la corte y de las instituciones de tratamiento
En los últimos años, los grupos de A.A. han dado la bienvenida a muchos miembros nuevos procedentes de los programas de los tribunales y de las instituciones de tratamiento. Algunos han llegado a A.A. voluntariamente; otros, bajo cierto grado de presión. En nuestro folleto “Cómo cooperan los miembros de A.A.,” aparece lo siguiente:

No podemos discriminar en contra de ningún posible miembro de A.A., incluso en el caso de que dicha persona, hombre o mujer, se una a nosotros presionada por un juzgado, por un patrón o por cualquier otra entidad.

Aunque la fuerza de nuestro programa se basa en la naturaleza voluntaria de nuestra calidad de miembros de A.A., en un principio muchos de nosotros asistimos a las reuniones porque nos vimos forzados a ello por otra persona, o por nuestra propia intranquilidad interior. Pero nuestro continuo contacto con A.A. nos enseñó cuál era la verdadera naturaleza de nuestra enfermedad… A.A. no está interesada en quién lo envió. Lo que le preocupa es el bebedor problema… No podemos predecir quién se va a recuperar, ni tampoco tenemos autoridad para decidir cómo otro alcohólico debe tratar de recuperarse.

Aunque la fuerza de nuestro programa se basa en la naturaleza voluntaria de nuestra calidad de miembros de A.A., en un principio muchos de nosotros asistimos a las reuniones porque nos vimos forzados a ello por otra persona, o por nuestra propia intranquilidad interior. Pero nuestro continuo contacto con A.A. nos enseñó cuál era la verdadera naturaleza de nuestra enfermedad… A.A. no está interesada en quién lo envió. Lo que le preocupa es el bebedor problema… No podemos predecir quién se va a recuperar, ni tampoco tenemos autoridad para decidir cómo otro alcohólico debe tratar de recuperarse.

Prueba de asistencia a las reuniones

Algunas veces, los tribunales piden una prueba de asistencia a las reuniones de A.A.

Algunos grupos, con el consentimiento del posible miembro, hacen que el secretario del grupo de A.A. firme o ponga sus iniciales en el papel suministrado por el tribunal. La persona enviada presenta una identificación y manda por correo el papel al tribunal como prueba de asistencia.

Otros grupos cooperan de diferentes maneras. No hay un procedimiento fijo. En qué forma y hasta qué punto un grupo participa en este proceso depende completamente del grupo en particular.

Esta prueba de asistencia a las reuniones no forma parte del procedimiento de A.A. Cada grupo es autónomo y tiene el derecho de elegir si quiere o no firmar los papeles de los tribunales. En algunas áreas los asistentes presentan ellos mismos la prueba de asistencia, a solicitud de quien los envía, y de esta manera evitan la ruptura de anonimato de los miembros de A.A.

Conclusión

El objetivo primordial de A.A. es llevar su mensaje de recuperación al alcohólico que busca ayuda. Casi todos los tratamientos del alcoholismo tratan de ayudar al alcohólico a mantener su sobriedad. Sea cual sea el camino que sigamos, todos tenemos el mismo destino, la recuperación de la persona alcohólica. Juntos podemos hacer lo que ninguno de nosotros puede hacer solo. Podemos servir como fuente de experiencias personales y como un sistema de apoyo constante a los alcohólicos en recuperación.

juntas de libertad condicional, abogados, funcionarios de los tribunales

Una breve guía sobre AA

El alcoholismo está reconocido como un gran problema de salud. En Colombia es la tercera causa de muerte, después de las enfermedades del corazón y el cáncer  y no perjudica solamente a los alcohólicos. Sus efectos hacen daño a otras personas  en el hogar, en los lugares de trabajo, en las carreteras. Cada año el alcoholismo cuesta a la comunidad millones de dólares. Entonces, ya sea que usted llegue o nunca llegue a ser alcohólico, el alcoholismo puede afectar su vida. Lo invitamos a leer atentamente esta breve guía que contiene información muy valiosa para Usted.

Yo soy responsable . . .
Cuando cualquiera, donde quiera,
extienda su mano pidiendo ayuda,
quiero que la mano de A.A. siempre esté allí.
Y por esto: yo soy responsable.

Alcohólicos Anónimos® es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.
• El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de A.A. no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones.
• AA no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa.
• Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.
Copyright © por “The A.A. Grapevine, Inc.” reimpreso con permiso.

El alcoholismo está reconocido como un gran problema de salud. En Colombia es la tercera causa de muerte, después de las enfermedades del corazón y el cáncer  y no perjudica solamente a los alcohólicos. Sus efectos hacen daño a otras personas  en el hogar, en los lugares de trabajo, en las carreteras. Cada año el alcoholismo cuesta a la comunidad millones de dólares. Entonces, ya sea que usted llegue o nunca llegue a ser alcohólico, el alcoholismo puede afectar su vida.
Hemos aprendido mucho sobre cómo se puede reconocer y detener el alcoholismo. Pero, hasta ahora, nadie ha descubierto un medio de prevenirlo, porque nadie sabe por qué algunos bebedores llegan a ser alcohólicos. Los médicos y los científicos interesados no se han puesto de acuerdo en cuanto a la causa (o las causas) del alcoholismo.
Por lo tanto, A.A. se concentra en ayudar a los que ya son alcohólicos, para que puedan dejar la bebida y aprender a llevar una vida normal y feliz, sin alcohol.

¿Qué es el alcoholismo?

Como A.A. lo ve, el alcoholismo es una enfermedad. A.A. cree que los alcohólicos no pueden controlar su forma de beber porque están enfermos, de cuerpo y mente (o de las emociones). Si no dejan la bebida, el alcoholismo casi siempre empeora.
La Asociación Médica Norteamericana y la Asociación  Médica de Gran Bretaña, las organizaciones principales de médicos de estos países, también han dicho que el alcoholismo es una enfermedad

¿Cuáles son los síntomas?

No todos los alcohólicos tienen los mismos síntomas, pero muchos en las varias etapas de la enfermedad muestran estas señales: descubren que sólo el alcohol les hace sentirse seguros de sí mismos y cómodos con otra gente; a menudo, quieren “sólo un trago más” al fin de una fiesta; esperan con ansia las ocasiones de beber y piensan mucho en ellas; se emborrachan cuando no tienen la intención de hacerlo; tratan de controlar su forma de beber, cambiando tipos de licores, tomando la decisión de no beber o haciendo promesas solemnes; beben furtivamente; dicen mentiras sobre cuánto y con qué frecuencia beben; esconden botellas; beben en su lugar de trabajo (o en la escuela); sufren de lagunas mentales (es decir, no pueden recordar lo que dijeron o hicieron la noche anterior); beben por la mañana, para aliviar la resaca, los sentimientos de culpabilidad y el miedo; dejan de comer y así sufren de desnutrición; contraen cirrosis del hígado; tiemblan violentamente, alucinan o tienen convulsiones al carecer de alcohol.

¿Qué es AA?

Alcohólicos Anónimos es una comunidad mundial de personas, que se ayudan los unos a los otros a mantenerse sobrios. Ofrecen la misma clase de ayuda a toda persona que tiene un problema con la bebida y quiere hacer algo para resolverlo. Puesto que todos son alcohólicos, los miembros se entienden de una manera singular. Saben cómo es sufrir de esta enfermedad y han aprendido a recuperarse en A.A.
Los miembros de A.A. dicen que son alcohólicos hoy  aunque no hayan tomado un trago desde hace muchos años. No dicen que están “curados”.
Una vez que un individuo ha perdido su capacidad de controlar la bebida, nunca puede estar seguro de poder beber sin peligro — o, en otras palabras, nunca puede convertirse en uno “que fue” alcohólico o en un “ex-alcohólico”. Pero en A.A. puede hacerse un alcohólico sobrio, un alcohólico en recuperación.

¿Cómo ayuda AA al alcohólico?

Por el ejemplo y la amistad de los alcohólicos en recuperación en A.A., los nuevos miembros son motivados a mantenerse alejados de la bebida “un día a la vez”, como lo hacen los A.A. En vez de “jurar renunciar para siempre a la bebida” o preocuparse por si van a estar sobrios mañana, los A.A. se concentran en no beber ahora mismo, hoy.
Al no dejar entrar el alcohol en su organismo, los principiantes cuidan de un aspecto de la enfermedad  el cuerpo tiene la oportunidad de sanar. Pero, recuerde: hay otros aspectos. Si van a mantenerse sobrios, es imperativo que tengan también una mente sana y emociones sanas. Para hacer esto, empiezan a arreglar sus pensamientos confundidos y sus sentimientos tristes, siguiendo los “Doce Pasos” de A.A. hacia la recuperación. Estos Pasos sugieren ideas y acciones que pueden guiar a los alcohólicos a una vida feliz y útil.
Para mantenerse en contacto con otros miembros y para enterarse del programa de recuperación, los nuevos miembros asisten regularmente a las reuniones de A.A.

¿Quién pertenece a AA?

Como otras enfermedades, el alcoholismo afecta a todo tipo de gente. Por consiguiente, los hombres y las mujeres de A.A. son de todas las razas y nacionalidades, de todas las religiones o de ninguna religión. Son ricos y pobres y de ingresos medios.
Trabajan en todas las profesiones, como abogados y amas de casa, profesores y camioneros, camareras y miembros del clero.
A.A. no mantiene una lista de miembros, pero los grupos informan del número de personas que componen cada uno. Usando estas informaciones, se calcula que hay más de 2,000,000 de miembros en A.A.

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¿Quién dirige a AA?

A.A. no tiene un verdadero gobierno. Cada grupo puede desarrollar sus propias costumbres y maneras de celebrar reuniones, con tal de que no perjudiquen a otros grupos o a A.A. como un todo. Los miembros eligen un coordinador, un secretario y otros servidores de grupo. Estos servidores no le dan órdenes a nadie; principalmente, su cometido es procurar que las reuniones transcurran sin dificultades.
En la mayoría de los grupos, se eligen nuevos servidores dos veces al año.
Pero el grupo individual no está aislado del resto de A.A. Así como lo hacen los miembros de A.A., los grupos de A.A. también se ayudan los unos a los otros. Les enseñamos tres medios por los cuales los grupos se ayudan:

  1. Los grupos de la misma área establecen una oficina central u oficina de intergrupo.
  2. Grupos de todas partes comparten sus experiencias, escribiendo a la Oficina de Servicios Generales en la ciudad.

¿Cuánto cuesta ser miembro de AA?

Los principiantes no pagan honorarios para ser miembros, y los miembros no pagan cuotas.
Pero sí se necesita el dinero para algunas cosas: alquilar la sala de reunión, comprar café y otros refrescos, comprar libros, folletos y revistas de A.A. Por lo tanto, normalmente se hace una colecta en la reunión, y los miembros contribuyen lo que puedan o deseen dar. Los grupos contribuyen dinero también para mantener las oficinas centrales, la Oficina de Servicios Generales y otras actividades de A.A. Los miembros de A.A. nunca son pagados por la ayuda que prestan a otros alcohólicos. Su recompensa es algo mucho mejor que el dinero es su propia salud. Los A.A. se han dado cuenta de que la mejor manera de mantenerse sobrios es ayudar a otros alcohólicos.

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¿Qué es lo que AA no hace?

  1. A.A. no organiza campañas de promoción para tratar de persuadir a alcohólicos a que se hagan miembros. A.A. es para los alcohólicos que quieren lograr su sobriedad.
  2. A.A. no vigila a sus miembros para comprobar que no beben. A.A. ayuda a los alcohólicos a ayudarse a sí mismos.
  3. A.A. no es una organización religiosa. Todos los miembros pueden formarse sus propias ideas sobre el sentido de la vida.
  4. A.A. no es una organización médica; no proporciona ni medicamentos ni consejo siquiátrico
  5. A.A. no dirige hospitales, departamentos de hospital o sanatorios; no suministra servicios de cuidado.
  6. A.A. no está afiliada a ninguna otra organización. Pero A.A. coopera con organizaciones que combaten el alcoholismo. Algunos miembros trabajan en estas organizaciones  pero por cuenta propia, no como representantes de A.A.
  7. A.A. no acepta dinero de fuentes ajenas, privadas o del gobierno.
  8. A.A. no ofrece servicios de asistencia social; no suministra alojamiento, comida, ropa, trabajo o dinero. A.A. ayuda a los alcohólicos a mantenerse sobrios para que puedan conseguir estas cosas por sí mismos.
  9. Alcohólicos Anónimos es fiel al “Anónimos” de su título. No quiere que se revelen los nombres de sus miembros por la radio, la TV o la prensa. Y los A.A. nunca revelan los nombres de otros miembros a personas de afuera. Pero los miembros de A.A. no están avergonzados por serlo. Solamente quieren motivar a otros alcohólicos a que vengan a A.A. para buscar ayuda. Y no pretenden ser héroes o heroínas sólo por cuidar de su propia salud.
  10. A.A. no suministra cartas de recomendación a autoridades de libertad condicional, abogados, oficiales jurídicos, patrones, agencias de asistencia social, etc.

Los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos

  1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
  2. Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.
  3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.
  4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
  5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.
  6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos.
  7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
  8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
  9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
  10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
  11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
  12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.

La 12 Tradiciones de Alcohólicos Anónimos

  1. Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de A.A.
  2. Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza. No gobiernan.
  3. El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber.
  4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos  o  a  Alcohólicos Anónimos considerado como un todo.
  5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está sufriendo.
  6. Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.
  7. Cada grupo de A.A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera.
  8. A.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales.
  9. A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.
  10. A.A. no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
  11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio, el internet y el cine.
  12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.

Los 12 Conceptos para el concepto mundial

  1. La responsabilidad final y la autoridad fundamental de los servicios mundiales de AA deben siempre residir en la conciencia colectiva de toda nuestra Comunidad. 
  2. La Conferencia de Servicios Generales se ha convertido, en casi todos los aspectos, en la voz activa y la conciencia efectiva de toda nuestra Comunidad en sus asuntos mundiales. 
  3. Para asegurar su dirección eficaz, debemos dotar a cada elemento de AA — la Conferencia, la Junta de Servicios Generales, y sus distintas corporaciones de servicio, personal directivo, comités y ejecutivos — de un Derecho de Decisión tradicional. 
  4. Nosotros debemos mantener, a todos los niveles de responsabilidad, un “Derecho de Participación” tradicional, ocupándonos de que a cada clasificación o grupo de nuestros servidores mundiales les sea permitida una representación con voto, en proporción razonable a la responsabilidad que cada uno tenga que desempeñar. 
  5. En toda nuestra estructura de servicio mundial, un “Derecho de Apelación”. tradicional debe prevalecer, asegurándonos así que se escuche la opinión de la minoría, y que las peticiones de rectificación de los agravios personales sean consideradas cuidadosamente.
  6. La Conferencia reconoce también que la principal iniciativa y la responsabilidad activa en la mayoría de estos asuntos, debe ser ejercida en primer lugar por los miembros custodios de la Conferencia, cuando ellos actúan como la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos. 
  7. La Carta Constitutiva y los Estatutos son instrumentos legales, y los custodios están, por consiguiente, totalmente autorizados para administrar y dirigir todos los asuntos de servicios. La Carta de la Conferencia en sí misma no es un instrumento legal; se apoya en la fuerza de la tradición y en las finanzas de AA para su eficacia. 
  8.  Los Custodios son los principales planificadores y administradores de los grandes asuntos de política y finanzas globales. Con respecto a nuestros servicios constantemente activos e incorporados separadamente, los Custodios, como síndicos fiscales, ejercen una función de supervisión administrativa, por medio de su facultad de elegir a todos los directores de estas entidades. 
  9. Buenos directores de servicio en todos los niveles son indispensables para nuestro funcionamiento y seguridad en el futuro. La dirección básica del servicio mundial que una vez ejercieron los fundadores de Alcohólicos Anónimos, tiene necesariamente que ser asumida por los Custodios. 
  10. A cada responsabilidad de servicio, le debe corresponder una autoridad de servicio equivalente, y el alcance de tal autoridad debe estar siempre bien definido. 
  11. Los Custodios deben siempre contar con los mejores comités permanentes y con directores de las corporaciones de servicio, ejecutivos, personal de oficina y consejeros bien capacitados. La composición, cualidades, procedimientos de iniciación y derechos y obligaciones serán siempre asuntos de verdadero interés.
  12. La Conferencia cumplirá con el espíritu de las Tradiciones de AA, teniendo especial cuidado de que la Conferencia nunca se convierta en sede de peligrosa riqueza o poder; que fondos suficientes para su funcionamiento, más una reserva adecuada, sean su prudente principio financiero, que ninguno de los miembros de la Conferencia sea nunca colocado en una posición de autoridad desmedida sobre ninguno de los otros, que se llegue a todas las decisiones importantes por discusión, votación y, siempre que sea posible, por unanimidad substancial; que ninguna actuación de la Conferencia sea punitiva a personas, o una incitación a controversia pública, que la Conferencia nunca deba realizar ninguna acción de gobierno autoritaria, y que como la Sociedad de Alcohólicos Anónimos, a la cual sirve, la Conferencia en sí misma siempre permanezca democrática en pensamiento y en acción.

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Reuniones de Alcohólicos Anónimos

¿Qué es una oficina central o de Intergrupos?

Una oficina central (o de intergrupo) es una oficina de servicio de A.A. que supone un interés y un esfuerzo comunes entre los grupos de una comunidad tal como los grupos de A.A. los suponen entre los miembros individuales. Están establecidas para llevar a cabo ciertas funciones de todos los grupos-funciones que se pueden desempeñar con mayor eficacia por medio de una oficina centralizada y normalmente es mantenida, supervisada y apoyada por dichos grupos para su beneficio común. Existe para ayudar a los grupos a realizar su objetivo primordial de llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre. primer plano, otros asuntos usurparán la atención de todos.”

Reuniones de Grupo

Las reuniones de los grupos locales son el centro o núcleo de la Comunidad de A.A. son, en muchos aspectos, un tipo muy singular de reunión y que seguramente puede parecer muy extraño a los recién llegados. Las preguntas que siguen dan una idea del modo en que se desarrolla una reunión de A.A. y del papel que desempeña un recién llegado como parte del grupo.

¿Cómo hace una persona para pertenecer a AA?

Nadie “se une” a A.A. en el sentido usual de la expresión. No es necesario llenar una solicitud. (En realidad, muchos de los grupos ni siquiera tienen lista de miembros). No hay que pagar cuota de matrícula ni contribuciones de ninguna clase.

La mayoría de las personas se asocian a A.A. con sólo asistir a las reuniones de un grupo local. Su introducción puede ocurrir de varias maneras. Puede que, habiendo llegado al punto en que sinceramente querían dejar la bebida, se hayan puesto en contacto voluntariamente con A.A.

Otros pueden haber sido llevados a un grupo local de A.A. por un amigo, un pariente, un médico o un consejero espiritual.

Generalmente, un recién llegado a A.A. tiene oportunidad de hablar con uno o más de los miembros locales antes de asistir a su primera reunión. Tiene oportunidad de informarse sobre cómo A.A. les ha ayudado a esas personas. Obtiene información sobre el alcoholismo y A.A. que puede ayudarle a determinar si está o no honradamente preparado para dejar el alcohol. El único requisito para ser miembro es querer dejar la bebida.

A.A. no hace cruzadas para conseguir nuevos miembros. En caso de que después de asistir a varias reuniones, el recién llegado decida que no le conviene seguir, nadie lo instará a que continúe en la Comunidad. Puede que se le diga que considere imparcialmente lo que debe hacer, pero nadie tratará de convencerlo de nada. Sólo el alcohólico mismo, y por sí mismo, puede decidir si necesita o no unirse a A.A.

¿Qué es una reunión abierta?

Una reunión abierta de A.A. es aquella a la que puede asistir cualquier persona de la comunidad, alcohólica o no alcohólica. La única obligación en que se incurre al asistir, es la de no revelar los nombres de los miembros de A.A. fuera de la reunión.

Una reunión abierta tiene generalmente un “coordinador” y otros oradores. El coordinador abre y cierra la reunión y presenta a cada uno de los oradores. Generalmente, los oradores en esta clase de reuniones son miembros de A.A. Cada cual, a su vez, narra alguna de sus experiencias como bebedor que lo condujo a ser miembro de la Comunidad. O puede dar su interpretación del programa de recuperación e indicar lo que para él significa la sobriedad. Todas las opiniones que se den son personales, pues los miembros no hablan nunca sino en su propio nombre.

Siempre que se pueda, los programas generalmente tienen a una mujer como oradora, y la mayoría de las veces se procura presentar oradores de diversas capas sociales y de distintos antecedentes y modos de beber.

La mayoría de las reuniones abiertas al público concluyen con un período de conversación entre los asistentes, durante el cual se sirve café, refrescos, emparedados y pasteles.

¿Qué es una reunión cerrada?

A una reunión cerrada sólo pueden asistir los miembros del grupo local o los miembros de otros grupos que estén de visita en la localidad. El objeto de las reuniones cerradas es dar a los miembros la oportunidad de tratar sobre aspectos especiales de su problema alcohólico, que pueden ser mejor entendidos sólo por otros alcohólicos. Estas reuniones generalmente se llevan a cabo tan informalmente como sea posible y en ellas se incita a los miembros a que tomen parte en la discusión sobre los asuntos tratados. Las reuniones cerradas son especialmente provechosas para los recién llegados, pues les dan oportunidad de hacer preguntas acerca de sus propias preocupaciones y de aprovechar la experiencia de los miembros “antiguos” en lo relacionado con el programa de recuperación.

¿Puedo llevar parientes o amigos a una reunión de AA?

Cualquiera que se interese por A.A. bien sea miembro o no, puede asistir a las reuniones abiertas o públicas de A.A.* A los recién llegados, especialmente, se les invita a que lleven a sus esposas, maridos o amigos, pues si ellos entienden el programa de recuperación podrán ayudarles mejor a adquirir y a conservar la sobriedad. Muchos esposos y esposas van siempre con su cónyuge y toman parte activa en las actividades sociales del grupo local.

(Se recordará que tradicionalmente las reuniones “cerradas” son sólo para los alcohólicos).

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* Consulte al grupo para enterarse de la costumbre local.

¿Con qué frecuencia deben asistir los miembros de A.A. a las reuniones?

A Abraham Lincoln le preguntaron una vez cuál era la longitud apropiada que debían tener las piernas de una persona. Su respuesta clásica fue: “La suficiente para que lleguen al suelo.”

Los A.A. no tienen que asistir a un número determinado de reuniones en un período de tiempo determinado. Eso es únicamente cuestión del gusto de cada individuo y de sus necesidades. La mayoría de los miembros tratan de ir por lo menos a una reunión por semana. Consideran que con eso les basta para satisfacer su necesidad personal de contacto con el programa por intermedio de su grupo local. Otros van a las reuniones casi todas las noches, en las áreas donde es posible hacerlo. Y otros pueden pasar un tiempo relativamente largo sin ir a una reunión.

La amonestación amistosa, “Siga viniendo a las reuniones”, que tan a menudo oyen los recién llegados, se basa en la experiencia de la gran mayoría de los A.A., quienes saben que la calidad de su sobriedad se deteriora cuando dejan de ir a las reuniones por mucho tiempo. Muchos saben, por su propia experiencia, que si no van a las reuniones corren peligro de emborracharse  y que si asisten con regularidad les es más fácil permanecer sobrios.

Los recién llegados, especialmente, parecen beneficiarse asistiendo a un gran número de reuniones (o teniendo otros contactos con A.A.) durante sus primeras semanas o meses como miembros de un grupo. Multiplicando sus oportunidades de conocer y oír a otros A.A., cuyas experiencias sean semejantes a las suyas, parece que fortalecen su comprensión del programa y de lo que éste puede ofrecerles.

Casi todo alcohólico, en una u otra oportunidad, ha tratado de permanecer sobrio “por sí mismo”. Para muchos de ellos, la experiencia no ha sido especialmente agradable, ni eficaz. Mientras que la concurrencia a las reuniones le ayude al alcohólico a conservar la sobriedad y a divertirse al mismo tiempo, parece que es de buen sentido dejarse guiar por la experiencia de los que “siguen viniendo a las reuniones”. 

¿Es necesario que un A.A. siga asistiendo a las reuniones toda la vida?

No es necesario, pero  como dijo un miembro “casi todos lo queremos, y puede que nos convenga a la mayoría”.

A la mayoría de los alcohólicos no les gusta que se les diga que tienen que hacer alguna cosa por mucho tiempo. A primera vista, la idea de tener que asistir a las reuniones el resto de la vida, puede parecer verdaderamente desconsoladora.

La respuesta, otra vez, es que uno no está obligado a nada en A.A. Siempre puede decidir hacer una cosa o dejar de hacerla, incluso, buscar o no la sobriedad por intermedio de A.A.

La principal razón para que un alcohólico vaya a las reuniones de su grupo es permanecer sobrio hoy no mañana o la semana entrante o dentro de diez años. Hoy, el presente, es el único período de su vida, acerca del cual el A.A. puede hacer algo. No se preocupa por el mañana ni por “el resto de la vida”. Lo que le importa es conservar hoy su sobriedad. Ya se preocupará del porvenir cuando éste llegue. De modo que el A.A. que desee hacer lo que pueda para asegurar su sobriedad en el presente, probablemente continuará asistiendo a las reuniones. Pero su concurrencia siempre será con base a atender a su sobriedad inmediata. Mientras se acerque a A.A. de esa manera, ninguna de sus actividades, inclusive su concurrencia a las reuniones, puede parecerle una obligación a largo plazo

¿Cómo hago para tener tiempo de ir a las reuniones, trabajar con otros alcohólicos y dedicarme a otras actividades de A.A.?

El recién llegado a A.A., que durante sus días de bebedor siempre lograba restarle importancia al tiempo que gastaba ingiriendo alcohol, a veces se desanima al saber que la sobriedad consumirá también parte de su tiempo. Si se trata de un alcohólico típico, desea recuperar pronto “el tiempo perdido”. Quiere dedicarle a su trabajo todas sus energías, gozar de las delicias de la vida hogareña que durante tanto tiempo dejó en completo abandono, dedicarse a la iglesia o a actividades de carácter cívico. Y si no es así, ¿para qué sirve la sobriedad, si no es para vivir una vida normal, una vida llena de satisfacciones?

A.A., sin embargo, no es algo que puede tomarse como una píldora. Por eso A.A. sugiere que la experiencia de quienes han tenido éxito en el programa de recuperación merece ser tenida en cuenta. Casi sin excepciones, los hombres y mujeres que están más satisfechos con su sobriedad son los que van a las reuniones con regularidad, que nunca vacilan si hay que trabajar con otros alcohólicos que buscan ayuda, y que se interesan realmente en otras actividades de sus grupos. Son los hombres y mujeres que recuerdan vívidamente y con honradez las horas sin rumbo que gastaron en los bares, los días de trabajo que perdieron, la eficiencia disminuida y el remordimiento que venía con el malestar que sentían al día siguiente de una borrachera.

En contraste con tales recuerdos, las pocas horas que se emplean apoyando y fortaleciendo su propia sobriedad, no vienen a ser gran cosa.

¿Puede un recién llegado unirse a A.A. fuera de su comunidad?

Esta pregunta la hacen generalmente las personas que al parecer tienen muy buenas razones para no querer exponerse a que sus vecinos los identifiquen como alcohólicos Puede ser que, por ejemplo, tengan patrones totalmente ignorantes del programa de A.A. y posiblemente hostiles hacia cualquiera que admita que tiene un problema con la bebida. Puede ser que deseen desesperadamente asociarse con A.A. porque ven allí la manera de adquirir y conservar la sobriedad. Pero puede que no se atrevan a unirse a un grupo de su propia localidad.

La respuesta a esa pregunta es que cualquiera puede formar parte de un grupo de A.A. donde quiera que lo desee hacer. Naturalmente, es mucho más cómodo pertenecer al grupo que quede más cercano. También parece que esta es la manera más franca de atacar el problema individual. La persona que se dirige a A.A. en busca de ayuda es, generalmente, pero no siempre, bien conocida como un borracho. Indudablemente, la buena noticia de su sobriedad tiene que extenderse. Muy pocos patrones o vecinos pueden considerar objetable la fuente de la sobriedad de su empleado o amigo, bien sea que se trate de un grupo local o de uno situado a cincuenta millas de distancia. En nuestros días, pocas personas corren peligro de perder el empleo o los amigos simplemente por permanecer sobrias. Si hemos de tomar la experiencia de muchos miles de A.A. como guía digna de confianza, lo mejor que puede hacer el recién llegado es buscar la ayuda del grupo más cercano, antes de comenzar a preocuparse de la reacción de los demás.

¿Si me hago miembro de A.A., no perderé a muchos de mis amigos y me privaré de muchas diversiones?

La mejor respuesta a esta pregunta es la experiencia de miles de hombres y mujeres que ya se han unido a A.A. En general, su actitud es que no tuvieron verdadera amistad ni verdaderas diversiones hasta que no se unieron a A.A. Su manera de ver las cosas en lo referente a amistades y diversiones, ha cambiado.

Muchos alcohólicos descubren que sus mejores amigos sienten mucho placer al ver que ellos están haciéndole frente a la realidad de que no son capaces de manejar el alcohol. A nadie le gusta ver que un amigo se hace daño a sí mismo.

Naturalmente, es muy importante distinguir entre los verdaderos amigos y los amigos de borrachera que se encuentran casualmente en los bares y tabernas. Es muy seguro que el alcohólico cuente con muchos amigos de esta última clase, cuya jovialidad puede a menudo confundirse con amistad. Puede que por algún tiempo eche de menos a esos amigos tan joviales. Pero serán reemplazados con los centenares de A.A. que conocerá, hombres y mujeres que lo comprenderán y aceptarán, que están dispuestos a ayudarle a mantener su sobriedad en todo momento. Pocos miembros de A.A. cambiarían el placer que les da la sobriedad por lo que les parecía tan divertido cuando eran bebedores.

¿CÓMO ENCONTRAR LAS REUNIONES DE A.A?

Alcohólicos Anónimos está por todo el mundo y se celebran reuniones de A.A. en casi todas las comunidades. Pueden enterarse de los horarios de las reuniones y los lugares donde se efectúan poniéndose en contacto con una Oficinas Centrales, Intergrupos cercanos. La Oficina de Servicios Generales no mantiene información sobre las reuniones locales.

Los miembros de A.A. que viajan por los Estados Unidos y Canadá también pueden obtener los directorios regionales de A.A. que ofrecen información confidencial sobre contactos de A.A. dentro de los Estados Unidos y Canadá. Estos directorios se pueden obtener en la oficina central/intergrupo local o en la Oficina de Servicios Generales. Estos directorios son para los miembros de A.A solamente.

Los miembros de A.A. que viajan a otros países también pueden obtener el Directorio Internacional que ofrece información confidencial de contactos de A.A. en ultramar. Este directorio se puede obtener en la oficina central/intergrupo local o en la Oficina de Servicios Generales. Este directorio es para los miembros de A.A solamente. Ayudar a otras personas a recuperarse del alcoholismo es una de las formas en que los miembros de A.A. se mantienen sobrios. Le animamos a que se ponga en contacto con la oficina de A.A. más cercana donde los miembros de A.A. locales ofrecerán información a cualquier persona que la solicite.